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Tracción animal moderna, en el campo y la ciudad

Están de vuelta los animales de tiro para trabajos hortícolas y forrajeros, en la viña, en el secano y en el bosque, especialmente de la mano de la agricultura ecológica y biodinámica. Además, en el medio urbano, los servicios de recogida selectiva de residuos y de mantenimiento de jardines y calles cada vez se sirven más de este método tradicional. En Francia, hay actualmente 100 municipios en los que la totalidad o parte del servicio de recogida de residuos sólidos y de reciclaje se realizan con equipos de trabajo de tracción animal.

Es más, en países como Francia, Inglaterra, Italia, Bélgica, Estados Unidos… se vuelve a considerar la tracción animal como alternativa agronómica, ecológica, económica y social, según explica el profesor Alfred Ferrís García, agricultor ecológico con 24 años de experiencia:

  • Agronómicamente, porque evita los peligros de una excesiva mecanización por la enorme compactación, degradación o erosión de los suelos,  el sobredimensionamiento de parcelas y fincas, simplificación de las rotaciones, abandono del cultivo de forrajeras y de los abonados orgánicos, …
  • Ecológicamente, porque el uso moderno de la tracción animal evita o disminuye mucho el uso de herbicidas, presencia de humos, gases, residuos y ruidos en el medio, abonos de síntesis, degradación del paisaje. Como ejemplo, en varios países europeos, los trabajos forestales llevados a cabo en zonas protegidas o sensibles son, por ley, obligatoriamente realizados con tracción animal.
  • Desde el punto de vista económico, la agricultura es cada vez más dependiente de insumos externos (con precios de carburantes disparados y sin vuelta atrás ni alternativas viables), y de préstamos y amortizaciones (que difícilmente son reembolsables dada la cada vez más baja renta agraria). En ciertos usos y ámbitos, la utilización de la tracción animal se muestra como alternativa plenamente competitiva, válida y eficaz.
  • Social y culturalmente, el medio agrario y rural vive un despoblamiento crónico, empobrecimiento cultural y una autoestima “por los suelos”. La alternativa de la tracción animal potencia y favorece la recreación de todo el “ecosistema humano” rural y el aumento de la autoestima y la dignidad de los que en él quieren vivir. Como ejemplo, hoy en día son muy numerosas en Francia las empresas de inserción o cooperativas sociales que se  basan en la producción agrícola a través de la utilización de la tracción animal.

Salida laboral

Por todo ello, varias escuelas de formación agrícola incluyen en sus planes de estudios la utilización de la tracción animal. Como “nichos” clásicos en la utilización actual de la tracción animal, de manera contrastada y competitiva, hay tres ámbitos en los que su uso es más habitual:

  • El cultivo de la viña, sobre todo en agricultura biológica o biodinámica en las que existe un interés por la producción de calidad y diferenciada. También en parcelas en laderas de difícil  mecanización.
  • La horticultura, en la que por sus condiciones de superficies reducidas, producciones y rotaciones muy intensivas, marcos de plantación estrechos, etc., el uso de animales en el cultivo resulta plenamente satisfactorio y competitivo.
  • La utilización forestal,  en trabajos  en lugares sensibles, protegidos o en laderas y también para trabajos de entresaca y aclareos, la extracción de madera de cortas, de restos de tratamientos silvícolas y podas…

A todo esto cabe añadir la utilización de los animales en el transporte o la realización de infraestructuras (cercados, líneas de postes, etc). También en explotaciones extensivas, en policultivos, en forrajeras, etc., ámbitos con claro futuro si están bien gestionados.

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