A raíz de la catástrofe en curso del derrame de crudo en el Golfo de México, muchas personas se preguntan cómo pueden reducir el consumo de petróleo en su vida cotidiana. He aquí 10 sencillas formas:
1. Compartir coche, utilizar el transporte público, trasladarse en bicicleta o caminar para ir al trabajo o a hacer las compras.
2. Comprar productos a granel y con el mínimo de envoltorio. Si lo tuviera, reciclarlo o reutilizarlo cuando sea posible.
3. Consumir frutas y verduras ecológicas, ya que los fertilizantes y pesticidas a menudo tienen como base el petróleo, por lo que son perniciosos para la salud y el medio ambiente.
4. Utilizar productos de limpieza y de tocador elaborados a base de productos naturales, ya que los convencionales contienen derivados del petróleo.
5. Elegir productos locales en la medida de lo posible. Su huella ecológica es menor al requerir menos transporte para llegar a los puntos de venta y, además, ayudan a mantener la economía de la zona.
6. Vestir ropa elaborada con algodón o cáñamo orgánico en vez de tejidos derivados del crudo. Su proceso de producción tiene mucho menos impacto en el entorno y no perjudica a la salud de quien la luce.
7. No utilizar platos y cubiertos de plástico cuando se organizan barbacoas o fiestas en el exterior.
8. Olvidar el agua embotellada. Implica transporte y el plástico además desprende residuos que al final ingerimos.
9. Volar menos. Los aviones son grandes contaminantes y contribuyen de manera considerable al calentamiento global.
10. Demandar a las autoridades una menor dependencia de los combustibles fósiles mediante la implementación de las energías renovables.
The Energy [R]evolution, un informe de Greenpeace, demuestra cómo el mundo puede ir desde donde estamos ahora, hasta donde tenemos que estar en términos de eliminación gradual de los combustibles fósiles y reducción de CO2, al tiempo que se garantiza la seguridad energética. El estudio ilustra cómo las emisiones mundiales de carbono procedentes del sector energético y de transportes pueden alcanzar su pico en 2015 y reducirse en más del 80% para 2050. Esta fase de salida de los combustibles fósiles ofrece otras ventajas sustanciales, tales como la independencia de los elevados precios del mercado mundial de combustibles fósiles, así como la creación de 12,5 millones de nuevos empleos verdes en cinco años.
Imagen: Greenpeace
Más información: The Energy [R]evolution(en inglés)
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