En España, "unos 3.000 médicos de Atención Primaria, 2.000 Pediatras y 4.600 facultativos de otras especialidades, entre las que destacan Traumatólogos y Otorrinos, prescriben medicamentos homeopáticos y biorreguladores", afirmaron desde la asociación.
"Los medicamentos biorreguladores cuentan con la misma seguridad que los homeopáticos pero tanto sus dosis como su evidencia científica son superiores", destacó el doctor Jesús Agudo, presidente de ASEMBIOR y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
En la homeopatía convencional t;se utilizan dosis infinitesimales de compuestos de origen vegetal y mineral". En la medicina biorreguladora las dosis están "en torno a 20 microgramos, lo que permite obtener un efecto demostrable y, al mismo tiempo carecer de efectos secundarios", añadió.
Según explicó la doctora Ángela Carrasco, inmunóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y vicepresidenta de ASEMBIOR, "la medicina biorreguladora hace que los receptores específicos de los linfocitos (TCR) potencien la señal y, por tanto, los linfocitos muestran una unión más ajustada al antígeno. Se restablece un equilibrio entre las células Th1, implicadas en la inmunidad mediada por células y las Th2, que facilitan la producción de anticuerpos, regulando así la respuesta inflamatoria por las células Th3 y Treg que son las consideradas como protectoras".
Por su parte, la doctora Assumpta Mestre, directora de la sección de homeopatía del Colegio de Médicos de Barcelona resaltó su uso "cada vez más extendido en todas las especialidades médicas, tanto en tratamiento como en prevención, debido a que en la mayoría de las enfermedades está implicado el sistema inmune".
La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria ha elaborado una guía en la que recomienda este tipo de tratamientos para 30 patologías diferentes, como síndromes gripales, infecciones de las vías respiratorias, fibromialgia, fatiga crónica, otitis, asma, depresión o insomnio. Además, los medicamentos biorreguladores también están indicados en la eliminación de toxinas.
"El organismo está cargado de toxinas procedentes de la alimentación, los medicamentos y los contaminantes ambientales. Esa intoxicación permanente y acumulada facilita la aparición de numerosas enfermedades como el asma, las alergias y patologías cardiovasculares", aseguró el doctor Agudo. Por ello, recomienda someterse al menos un par de veces al año a un tratamiento de detoxificación supervisado por un médico o farmacéutico.
Fuente: EP
Artículos relacionados:
Aromaterapia contra los resfriados y la gripe
Dulce Revolución: la sanación mediante plantas y terapias naturales