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Huertos ecológicos intergeneracionales en Cantabria

Estimular el consumo de alimentos ecológicos y la relación entre diferentes generaciones son los objetivos de los 22 huertos ecológicos que ha puesto en funcionamiento el ayuntamiento cántabro de Camargo. Se han adjudicado por sorteo y las condiciones eran que cada uno de ellos fuera cuidado por dos personas de distinta generación empadronadas en el municipio.

Una de ellas debe ser mayor de 55 años, estar jubilada o prejubilada y la otra tener veinte años menos, de tal manera que se enriquezca la relación social y se promueva el diálogo entre mayores y jóvenes mediante el intercambio de conocimientos.

La iniciativa, calificada de "pionera, novedosa y valiente" por el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, en definitiva busca promover las relaciones entre familiares o vecinos, mejorar la calidad de vida de las personas mayores y educar a los jóvenes en el respeto a la naturaleza a través del trabajo conjunto, así como facilitar una alternativa de ocio fomentando el contacto con la naturaleza.

Los huertos están ubicados en Revilla, un sitio con muy buena tierra y emblemático ambientalmente, junto a la maltratada marisma de Micedo que cuenta con un proyecto de recuperación.

El proyecto del Ayuntamiento cuenta con la colaboración del Gobierno regional, la Obra Social de Caja Cantabria y la Fundación Obra Pía Juan de Herrera, que ha cedido los terrenos donde se han acondicionado los huertos.

Dichos terrenos constan de dos fincas de unos 7.700 metros cuadrados. En la mayor se ha ubicado una caseta donde escolares y grupos de visitantes podrán recibir formación a través de la Escuela Municipal de Medio Ambiente. También cuenta con un pozo, decenas de árboles frutales y está previsto instalar un vivero.
La parcela pequeña acoge el aparcamiento y un módulo para guardar los aperos utilizados  en las huertas.

A finales de año, el ayuntamiento prevé ofertar casi otro medio centenar de huertos, de tal modo que los adjudicatarios puedan comenzar a plantar después de enero, coincidiendo con la siembra de año. Las adjudicaciones son por un periodo de dos años prorrogables a tres.

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