Las cosechas de maíz más bajas y los precios más altos de la historia, como consecuencia de la sequía, han llevado a los granjeros estadounidenses a recurrir a las chucherías caducadas para alimentar a sus vacas. Un cóctel de galletas, gominolas, malvaviscos, pirulís de fruta, cáscaras de naranja e incluso arándanos secos. Los ganaderos utilizan prácticamente cualquier cosa que pueda reemplazar el almidón de azúcar tradicionalmente suministrado a los animales mediante el costoso maíz.
"Todo el mundo está buscando alternativas", asegura Fanning Ki, nutricionista y experta en ganadería de Nebraska. "Es un poco gracioso la primera vez que lo ves, pero funciona bien. La gran ventaja de esto es que puedes convertir algo que normalmente se tira en algo que puede consumirse. Lo sorprendente de un rumiante, una vaca, es que puede tomar ese tipo de ingredientes y convertirlos en comida, a diferencia de los cerdos y los pollos ".
Los dulces y las galletas son sólo una parte de una amplia combinación de ofertas alternativas de alimentos para el ganado. Muchos operadores utilizan granos de destilería, un subproducto que proviene de la fabricación de etanol. Otros usan cascarilla de algodón, productos de arroz y de patata o cáscaras de cacahuete.
También se incluyen en la alimentación vacuna las harinillas de trigo, resultante de la molienda de ese cereal y que contienen partículas de harina, salvado y germen de trigo. Y de vez en cuando, tampoco falta algo de chocolate para las vacas hambrientas. Al final, “todo se reduce a la grasa, el azúcar y la energía”,asegura un comerciante.
En Estados Unidos, cada vez se demandan más las alternativas a la soja y el maíz que, no sólo se han encarecido mucho, sino que en algunos lugares ni siquiera se puede encontrar. Mientras, los precios de las chucherías y otros subproductos para alimento animal varían de un lugar a otro, pero la necesidad de comprarlas también ha desatado la especulación. Aún así, con ellos de momento, los ganaderos pueden ahorrarse entre el 10-50% de los costes de alimentación de sus vacas, pero no parece que vaya a durar la racha.
Por otro lado, si el maíz daña el hígado y el sistema digestivo de las vacas y, como consecuencia requieren medicación, veremos qué ocurre en su organismo con el nuevo combinado de aditivos artificiales incluido en su dieta y que según los expertos es buen alimento.
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