La Convención Internacional de Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ( CITES) ha rechazado una propuesta para prohibir las exportaciones de atún rojo del océano Atlántico. Y lo ha hecho en el marco de la XV Conferencia de las Partes de la Convención, que, entre el 13 y el 25 de marzo, reúne en Doha, Qatar, a representantes de 175 países.
El atún rojo atlántico es una de las especies de pescado más valiosas y se comercia fuertemente en los mercados internacionales. La alta demanda causada por el comercio internacional y su subsiguiente sobreexplotación le han llevado al borde de la extinción. “Sin embargo, no está todo perdido. Hay una pequeña posibilidad de que la propuesta sea retomada en los debates”, añade Cornax.
Este depredador de primer rango se ha criado tradicionalmente en el océano atlántico este y en el mar mediterráneo. Sin embargo, durante las últimas décadas, la industria pesquera se ha desarrollado ampliamente impulsada por subsidios públicos. Esta industria también se ha caracterizado por los altos porcentajes de reporte inexacto de capturas y por la pesca ilegal, lo cual ha conducido a altos niveles de sobreexplotación.
María José Cornax, científica marina de Oceana afirma, “CITES acaba de rechazar la prohibición del comercio internacional de las especies. Se trata de una clara victoria de los intereses económicos a corto plazo frente a la conservación a largo plazo de los océanos, la recuperación de los stocks y la pesquería del atún rojo del Atlántico Norte.”
El Comité Permanente de Investigación y Estadísticas (SCRS) de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) ha estimado que la biomasa de la reproducción del atún rojo atlántico se ha diezmado hasta menos de un 15% de su biomasa original, un declive que se ha acentuado en la última década. El atún rojo cumple con el criterio C de disminución acentuada para la inclusión en el apéndice I de CITES en tanto que especie en peligro de extinción.
Artículos relacionados:





