Con la llegada del frío, nuestro organismo necesita cuidado extra para mantenerse en forma. Además de una dieta equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado, premiarnos con un buen chocolate puede ayudarnos a fortalecer el sistema inmunológico, elevar nuestra energía y estar contentos. El cocao sin procesar es un súper alimento con altos niveles de nutrientes, contiene más de 300 sustancias químicas, muchas de las cuales se asemejan a los lípidos naturales del cerebro, con propiedades curativas y capacidad de hacernos sentir bien. Incluso más si es de comercio justo.
Transformado en multitud de productos, el chocolate es un alimento de consumo popular con numerosas razones para ello, además de su sabor. El cacao puro contiene:
Antioxidantes. Tiene la mayor concentración de antioxidantes de cualquier alimento, lo que supone la suma de los contenidos en el vino tinto, arándanos, bayas de goji, acai. Los antioxidantes son vitales para una inmunología fuerte.
Magnesio es el principal mineral del que la mayoría de las dietas son deficientes. El cacao es la fuente número uno de magnesio, que es excelente para el corazón, aumenta la capacidad cerebral, relaja los músculos e incluso los calambres menstruales, ayuda a fortalecer los huesos y aumenta la alcalinidad de la sangre.
Hierro en grandes cantidades. Este mineral juega un papel importante en la producción de energía, cuyos primeros signos de deficiencia suelen presentarse en forma de fatiga. Es clave en el suministro de oxígeno a las células y en el sistema inmunitario.
Cromo. Otro nutriente esencial que se almacena en la piel, la grasa corporal, las glándulas suprarrenales, el tejido muscular y el cerebro. Su principal función es mantener en equilibrio los niveles de azúcar en sangre. Esto es especialmente importante si se busca controlar los antojos de alimentos, perder peso, aumentar los niveles de energía y estabilizar el estado de ánimo.
Manganeso. Este mineral resulta fundamental para coadyuvar al hierro en la reoxigenación de la sangre. También juega un papel importante a la hora de metabolizar la glucosa y la grasa en energía.
Zinc. Desempeña una labor crítica en la fortaleza inmunológica, el funcionamiento del hígado y el páncreas y salud de la piel. Muy adecuado para la prevención de resfriados otoñales.
Cobre. Muy en la generación de sangre sana y el fortalecimiento inmunológico.
Vitamina C. Unos treinta gramos de chocolate puro contienen un 21% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, con su capacidad protectora ante los enfriamientos y su acción antioxidante.
Ácidos Grasos Omega Seis. Ayudan a estimular el crecimiento de la piel y el cabello, mantener la salud ósea, regular el metabolismo y mantener el sistema reproductor.
Feniletilamina. Esas sustancias químicas que nuestro cuerpo produce cuando nos enamoramos. Se considera precursora de la dopamina, de ahí que el consumo de chocolate nos haga sentir bien.
Anandamida. Conocida como la sustancia química de la felicidad, es una endorfina que el cuerpo produce de forma natural después del ejercicio. Su nombre proviene de la palabra sánscrita "ananda", que significa beatitud interior o portador de paz y felicidad interna. Este neurotransmisor imita los efectos de los compuestos psicoactivos presentes en la cannabis.
Triptófano. Aminoácido esencial y una potente carga que mejora el estado de ánimo.
Serotonina. Otro nutriente ayuda a construir un escudo de defensa anti-estrés. Su papel de neurotransmisor provoca sensación de binestar y es precursor del descanso, al ayudar a sintetizar la melatonina, la hormona del sueño.
Fibra soluble en grandes cantidades, lo que contribuye a equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
A la postre, si cada uno consumiese regularmente un buen chocolate, el mundo sería un lugar más saludable y feliz.
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