El presidente francés ha renovado su llamamiento a Europa para un impuesto sobre el carbono de las importaciones de productos procedentes de países que no respetan las normas sobre la reducción de las emisiones de CO2. "Tenemos que imponer un impuesto sobre el carbono en las fronteras de Europa. Voy a llevar esta batalla", dijo Nicolas Sarkozy cuando dio a conocer los detalles del nuevo gravamen sobre los combustibles fósiles en Francia.
La iniciativa, que podría ser apoyada por algunos países europeos como Italia, según algunos expertos, tendría consecuencias catastróficas para los actuales intentos por lograr un acuerdo global de comercio. "Esto pondría a los países desarrollados en un curso de colisión con China, India y otros países en desarrollo. Se podría hacer un daño grave al sistema de comercio internacional ", dijo Simon Tilford, jefe economista del Centro para la Reforma Europea. "Se interpretaría como proteccionismo puro y duro".
Nicolas Sarkozy trató de defender su posición, que está claramente destinada a hacer el impuesto sobre el carbono de Francia más aceptable frente a la fuerte oposición pública. "Un impuesto sobre el carbono en la frontera es el complemento natural de un impuesto al carbón nacional. Más importante aún, un impuesto al carbono en las fronteras es vital para nuestras industrias y nuestros puestos de trabajo. Esto no tiene nada que ver con el proteccionismo ", dijo. "Esto es juego limpio".
Francia se convertirá en la mayor economía que imponga un impuesto al carbono, cuando entre en vigor el próximo año. Sarkozy ha establecido la tasa de emisión a € 17 por tonelada, frente a los 14 € marcados por François Fillon, su primer ministro la semana pasada, pero todavía muy por debajo del nivel recomendado por los activistas del medio ambiente. Esto representa alrededor de 4,5 céntimos por litro de diesel, o 4 céntimos por litro de gasolina y de 0,4 céntimos de euro por kilovatio/hora de gas.
En una concesión a las preocupaciones de su propio partido sobre el impacto de un nuevo impuesto sobre los hogares más pobres y rurales, Sarkozy dijo que el impuesto se vería compensado por las reducciones de impuestos sobre la renta o "cheques verdes" especiales para aquellos por debajo del umbral de impuestos.
"La creación del impuesto sobre el carbono no va a aumentar las cargas en nuestro país", dijo. Ningún hogar o negocio se verá perjudicado como consecuencia de ello, añadió, y se establecerá una comisión independiente para supervisar el impacto de los impuestos.
Fuente: FT
