La próxima revolución agrícola puede tener como protagonistas a los hongos micorrícicos, que ayudarían a incrementar considerablemente la producción de alimentos y cubrir la creciente demanda del planeta, sin necesidad de grandes cantidades de fertilizantes. Esta es la conclusión de un estudio presentado hoy en la 111 ª Asamblea General de la Sociedad Americana de Microbiología en Nueva Orleáns.
"Las Naciones Unidas estiman conservadoramente que en el año 2050 la población humana mundial superará los 9.000 millones. Alimentar a esta población representa un reto sin precedentes porque supera la actual capacidad mundial de producción de alimentos", ha asegurado Ian Sanders de la Universidad de Lusanne, Suiza, en su conferencia titulada "Cómo los microbios pueden ayudar a alimentar al mundo".
Sanders se dedica al estudio de hongos micorrícicos, un tipo de hongo que vive en simbiosis con las raíces de las plantas. Cuando las plantas entran en simbiosis con estos hongos tienden a crecer más, ya que los hongos les proporcionan fosfato, un nutriente esencial para la planta. El fosfato es componente clave de los fertilizantes que impulsó la revolución agraria a mediados del siglo XX y que hizo posible satisfacer la demande de la creciente población mundial.
"En la mayoría de los suelos tropicales las plantas tienen una enorme dificultad en la obtención de fosfato por lo que los agricultores tienen que gastar enormes cantidades de dinero en fertilizantes fosfatados. Los agricultores tienen que agregar mucho más fertilizante que en las regiones templadas, lo que encarece el coste de producción y a la postre de los alimentos ", explica Sanders.
Las reservas de fosfato se están agotando rápidamente. La creciente demanda de estos nutrientes está haciendo subir los precios y algunos países están almacenando fosfato para alimentar a sus poblaciones en el futuro, según asegura Sanders.
Si bien los hongos micorrícicos normalmente sólo crecen en las raíces de las plantas, los recientes avances biotecnológicos permiten producir cantidades masivas de hongos que pueden ser recogidos en altas concentraciones en un gel para su fácil transporte.
Sanders y sus colegas están probando la eficacia de este gel en los cultivos de Colombia, donde han descubierto que mediante su uso se puede producir la misma cantidad de papa con menos de la mitad de fertilizantes fosfatados.
"Si bien nuestra investigación aplicada se centra en Colombia se podría implementar en muchas otras regiones tropicales del mundo", concluye Sanders.
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